“El sospechoso murió”, dijo el jefe de la policía de Austin, Brian Manley, en una conferencia de prensa.
Manley afirmó que se cree que esta persona es responsable de las cinco explosiones que dejaron dos muertos y varios heridos desde el 2 de marzo en Austin, la capital de Texas, en el sur de EE.UU., generando inquietud entre su población.
“Han sido unas largas tres semanas para la comunidad de Austin”, dijo Manley.
La policía rastreó el carro del sospechoso hasta un hotel en las afueras de la ciudad.
Mientras los uniformados aguardaban el arribo de equipo táctico, el sospechoso comenzó a alejarse en el vehículo. Cuando se dispusieron a impedir su avance y arrestarlo, el hombre detonó una bomba dentro del auto y murió, explicó Manley.
El jefe policial precisó que un policía resultó herido en la explosión.
Manley dijo que se desconocen las motivaciones del sospechoso, a quien describió como un hombre blanco de 24 años, y agregó que aún no estaba claro si actuó solo o tenía cómplices.
Las autoridades rastrearon al sospechoso durante 36 horas tras surgir pruebas en imágenes de vídeo y testimonios, indicó.
KEYE, divulgó fotografías que dijo eran del sospechoso, luciendo una gorra azul de béisbol.